miércoles, 31 de diciembre de 2008

BETIS 1 - CHELSEA 0

En un jadeo y en una fuente oculta a un lado de la luz, los escritos traumas del reverso, reversibles. El encanto de cada estación, dijo ella, no justificaba mis diferentes formas de llevar el pelo, ni siquiera diferentes países donde llevarlo, ahora greñoso, ahora como un click recién duchado... allí frío y dulce, en unos meses mucho más tensos de lo predestinado. Volvimos a reirnos de mí, a un lado de la calle Goles. Aproveché la farola fundida y joven que este ayuntamiento descuidaba las primeras noches templadas, noche de relación ilegítima contra la luna de un Renault Clio.
(Párrafo a leer en primer lugar). Estamos en Torneo, llegamos tarde al concierto de Amphetamine Discharge, yo sedado contra las histaminas y contra la ansiedad pálida y vertiginosa, y te vuelvo a pedir disculpas maquinando un nuevo beso de violento a principesco, y giramos hacia la decadencia de nuestra plaza a media luz y más libre.
Tuve remordimientos agrios por haber desperdiciado un día grande desde sus albores. Oscurece antes, me voy alejando de toda aspiración cuando me encuentro de lleno en aquel tiempo de las ilusiones. Han pasado unos meses desde que volviera a ralentizarme intenso sin necesidad de grasientas cavilaciones mecánicas, y sin los sugestivos destellos en la pupila del alma, el orgullo. Me incorporo sin esfuerzo y me repugnan los ejercicios de relajación. Toda esta energía.
El mundo breve o en inmortal omisión nunca se hubiera resuelto, en un sentido o en una sensación, si hubiéramos desprotegido las presentaciones previas. Vanesa le ofrece el desayuno a unas cincuenta personas cada día, la mitad hombres, a veinte les devuelve la sonrisa (a los heterosexuales, y con intereses dignos de los años veinte), conoce el nombre de seis. Ostento un puesto destacado en balbuceo y turbación, subo cada mañana a ese patíbulo del nerviosismo que se convertiría en podio si ella mereciera la pena: "Mira - diría a su compañera - ese rubor distingue, en medio del espectro laboral, al festivo nacional, y quizás hasta se llame Domingo". "Qué marchosa te levantas los viernes - le respondería la otra -". Domingos llenos de promesas, materializadas en: gastronomía y amigos excepcionales, Trieste y Dubrovnik en un día, Vanesa con pequitas inadvertidas cuando mediaba un mostrador. Muy cerca, piel descubierta en distancias nuevas muy lejos de la costa.
Antes de otear la relación entre geografía y destino, pasé un fin de semana y un puente (fabricado a modo de sabotaje a la empresa) dedicados a un repaso a mi existencia. La lección concluyó con el empapado de varias camisetas durante las madrugadas posteriores (tantas como salidas quise mojar) y que el fútbol no es exactamente herramienta de evasión. Y cuando el Betis está descansando tras la primera parte debemos hablar de introspección pacífica y vibrante: tan sencillo como quererla entregada a mí al fondo de un autobús como en el final de El Graduado.

lunes, 29 de diciembre de 2008

“COMILLANGE”

“Falta algo en mi vida” será la rememoración de mi treintena: la leyenda en cuarentena. Platos limpios que se hacen añicos contra el gres, los violines que no desean más conquistas, una cancioncilla para lo que queda del misterioso chaval tímido.
Sí y no, la luz de los años noventa o la sombra marismeña de la mano de otra señorita adventicia, su beneficio lo mismo que su deuda, la atractiva susceptibilidad fraguando en mis perfiles blandos, y mis blancos desfiles de neologismos cariñosos, sí. Sí, y no, no es autocompasión.

sábado, 20 de diciembre de 2008

LAS NUBES

La lluvia y el sol siempre asomaban por la misma montaña, el alcohol era como de la familia y la humedad una novedad, como todos los años, día y medio dentro de una nube reverdecía el empeño personal sobre la necesidad de perspectiva, aun con la trampa del ensimismamiento y su botella, aun atravesando la puerta y la calle y girándome como en un duelo contra la luz de las ventanas, una semana santa de avituallamiento y continuaba hacia atrás en mis mejores momentos, hacia la nítida voz café-reflectante, hacia el renacimiento barroco de una escena doméstica o no conocida, hacia ilusiones recién hechas, o lejos de eso, hacia esa misma provincia cuando me parecía un país, hacia la salida de la gruta de las maravillas, y coche después viviendo al declinar y deslumbrar el sol borrascas tóxicas en San Juan del Puerto, los domingos, apretando los puños por una señal en morse en el último minuto.

domingo, 14 de diciembre de 2008

SOLILOQUIO

Era impresionante la moqueta de abajo cuando amanecía (ejem, lo más alto que podía el sol) toda llena de sobres con estampillas raras. El primer mes fue costumbre vivir ese primer látido del día libre en torno al almuerzo porque no había cuerpo español que tan lejos quisiera alardear más temprano. Por eso que el sol ya no subiría más, ni el día depararía nada más ilusionante. El resto de la semana, mucho peor: me levantaba antes que el servicio postal y la única aspiración al volver, con los ojos en el cerebelo, era tirar para arriba, tirar la mochila y tirarme en la cama.
Fui aprendiendo. Comenzó a despertarme el profesional ruido de ranura de la acción del cartero, iba comprendiendo también el porqué del bajísimo arco que describía el sol y las pocas horas que Nana Acheampong destinaba a vivir sin contar dinero y semanas a cobrar (aunque hubo un día que el hombre recibió a una mujer de su edad, y casi le doy palmaditas de empatía en la espalda). Cuando sonaba la irrupción de la correspondencia, yo caía de la cama y escaleras abajo. Y con la concentración de un niño, y un campo visual que simultaneaba veinte cartas más un trapo con restos de hierba, me hundía o me emocionaba... pero siempre con ojos de sapo, hermano.

lunes, 8 de diciembre de 2008

U.T.A.

La primera Facultad cristalizó en el placer de trasnochar con la sensibilidad de un Flaubert, un Mark Morriss encarando la humedad, la luz y el sonido con el gesto transparente y lento, muy seguro junto a ella. Rodearla con el brazo, detenerla, retomar el regreso, tocarla y despertarla, portales de Navidad y rocío de la mañana. Y olvidar en Londres, episodio que funcionó como la terraza cubierta de una juventud donde tomarse un respiro salvaje y volver vacío y pragmático y convencido de mí, opiniones. Comenzar de menos cuatro. Universidad, Trasnoche y Amor.

PULSA PLAY PARA ESCUCHAR LA CANCIÓN U.T.A.

sábado, 6 de diciembre de 2008

ALGUIEN ENTRE LA MULTITUD

Ayer mismo, cambió la vida. No han hecho un manual de instrucciones sobre instantes memorables porque la estación de energía que te suministra las palabras fue construida sin planos (frase para canción pop).
Hoy nos hemos despertado contra papá. Los albañiles te miran con mala cara, tu aspecto infantil les ofende o les desconcierta, hay un bar que no cierra nunca, un taxi se la juega a un cliente y te crees alguien por andar rápido. Esperarás mucho tiempo en los pasillos de tu facultad. El primer café después de un mes te confirma que hay una droga dura legalizada. Estás en uno de tus peores días del humor. Una alegría, han abierto nuevos bares en el barrio, más bares aún. El perfeccionismo te mata, aunque luego te das cuenta de que en realidad lo que te está agotando es la timidez. Y como expresó de otra manera mi hermano: timidez y café se refieren a la cocaína.
Ni los niños de Inglaterra han sufrido tanto en un examen. Reconoces a una multitud a partir de alguien y hace un rato te has equivocado al decir "hola" (has dicho "ole"). Ambos fenómenos se deben a que eres diabético y no lo sabes; o si no, cómo explicas que la luz apague tu visión y tu oído, o lo que todos contemplamos el pasado midi : comer chorizo de Antequera según San Mateo.

lunes, 1 de diciembre de 2008

EL REGRESO ESTA VEZ SOLO

Mi ropaje intelectual quiere ser como el hilo (hilo) argumental de mi vida. Va perdiendo resistencia en relación con el comportamiento, yo, por eso su significación, voy perdiendo fuerza. Un hombre en las estrellas no piensa en otra cosa que en pisar tierra firme, otro en un ático pedregoso brinca junto a la baranda para ver un Partenón iluminado, arriesgando la bebida y la vida se resiste a la disimilación, recuerda. "Un minuto de atención, por favor, la situación es la siguiente: empiria y dramatismo". Al otro día, sin saber cómo, llegaría la reflexión más bonita del calvario: el sentimiento repetido no es resentimiento, amor.