lunes, 3 de noviembre de 2008

CRÓNICA INTEMPECTIVA, PRIMERA LARVA

Ya. Los truquillos de siempre descorazonadores pueden ahuyentar a mucha gente que merienda. Pero quizás quieran rendirse al descubrimiento de la hinchazón del alma, los pómulos de teflón sintiendo olor a chimenea. La Almería de la borrachera de mi infancia, Huelva como infancia de mis borracheras, Sevilla coma romántico.
La superación asistida tenía contactos con la extraordinaria individualidad, proezas que un minihombre canario no alcanzaría a imaginar: andar y correr, andar y beber, coma romántico.
El Mostour me esperaba, el autobús se marchaba. Trocar el lógico guión de las cosas y: coma rotonda.