lunes, 28 de diciembre de 2009

EL FORO CONTEMPORÁNEO

Los fuegos artificiales desde Alexandra Palace representan el horizonte estilístico que todo jovenzuelo latino de las décadas comunicativas ha ambicionado sobre la alfombra de su tele, invernal por regocijo y única en cuestión de series británicas, y donde se supo rodeado de los olores de los colores electrónicos antes de los desmanes intelectuales. No oye, sólo imagina, bajo las explosiones de juventudes impropias, una buena muestra de excesos subalternos con la bebida, tiernas libertades con las amigas que adoptan desde hace semanas esa costumbre de la purpurina en las mejillas, toneladas de desechos a los pies del porche de la National Gallery y un montón de The Big Issue que aislará de una humedad antracita funesta a cualquier punkie riojano que huye de su ignorancia y más de su inocencia.

lunes, 21 de diciembre de 2009

HISTORIA QUIEN LO LEA

Los bares dueños de la calle a iniciativa de los dueños de los bares. Murmuro títulos, insultos, poemas y nombres esdrújulos. Aquí nace un viaje increíble. Los relojes de sol, a la luz de la luna, han decidido proyectar una sombra de victimismo cuando el apagón de un sábado resuena de memoria en memoria, de los Fine Young Cannibals a las crecidas del río, de caras bonitas descontextualizadas a sabores salados de resaca, suena el ring del despertador y aparecen el orgullo y el arrepentimiento en el ring de la amnesia.
La elegancia invernal de Kandinsky, más su abandono de los pinceles cuando salía de su ciudad en marzo me impulsa a pensar en f(r)ases felices. Marzo, pudor y promesas.

lunes, 14 de diciembre de 2009

INVENTO CLÁSICO PARA UN MUNDO CAMBIANTE

Fría la libertad de cruzar a Triana, la discreta indolencia con voz de cerámica al alba, la Tierra perdiendo protagonismo frente a Venus, cobranzas, seguros, mutuas chanzas... fue una tostada con carne mechada y aceite. Contribuyó al ritual salvador desde el mediodía un mensaje procedente de un punto de fuga… preciosa desde el retiro reflexivo, contemplativa, niebla matinal introspectiva en la comarca de un adiós y del reencuentro, y fue la magia de la nostalgia en su alcance físico, y fue escanciado el afrutado ahora con artes del más adelante y mirada muy expectante.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

EL ESTADO DE ANSIEDAD LATITUDINAL

El secretario de estado despertó en medio de un desfiladero extraordinariamente otoñal y placentero, a pesar de las ridículas protecciones laterales del viaducto y de la fría baba que había empapado la tapicería y la fea barba. ¡Qué hacía él allí atravesando el Bierzo! Estuvo a punto de quedar en evidencia su inadaptación a la velocidad del cargo pero pudo contar hasta tres (cumbres nevadas) y no se lo preguntó al chófer. Tenía en el móvil dos llamadas perdidas del ministro, de una hora antes y media hora antes respectivamente, y supuso que su estabilidad profesional quedaba pendiente de un alambre retorcido y con pinchos, como los que cercaron en su infancia los campos de su padre. No, no se tratarían de dos simples cobras ministeriales, aquellas seguramente eran llamadas frustradas cargadas de reproches, exigencias y groserías de un tecnócrata europeísta que siempre había menospreciado a los andaluces en general, y a los sevillanos en especial, por dogma soriano paterno y crueles experiencias feriantes como turista mal vestido. Pero ninguno de esos temores infantiles obedecían a razonamientos consistentes, él no era consciente del hidalgo prestigio que le fosilizaba como gestor robótico y atormentado, y nadie ponía en cuestión su abnegado desempeño al frente de la secretaría, y eso a pesar de bailar sevillanas una vez al año y de relatar en los breaks sobre ruedas, con proliferación de imágenes soleadas, las genialidades de sus compañeros de clase, los poderes de los vinos del aperitivo, la comunión entre cerveza Cruzcampo y poético hipocampo, la frugalidad de la tapa y de la vida, los colores albero, añil y resplandor embelleciendo el deterioro que los desamores producían en las calles de siempre, la sencillez de la Puerta Osario y la inmensidad del siglo XVI.

lunes, 7 de diciembre de 2009

IMAGINATIONS ARE GOOD

“¡Queremos independizarnos con tu dinero!”, gritó el menor de los hijos con la voz de Truhán. El sorprendente desgarro ondeó, ajedrezado, sobre el patio, a lo que amigos y hermanos, obedientes y rebeldes a partes desiguales, respondieron con un despliegue no premeditado. De súplicas cosanguíneas contra derramamiento de sangre, acción. Y mientras unas cosas le ocurrían al Barbacana, ya en el suelo, aún rodeado, la orquesta, sin visión de la escena, atacaba el estribillo de la rumba del momento: “torres más altas han caído...”.