Insistencia en un tema. ¿Cómo se llamaba esa calle? Es el reducido West End donde las discotecas taciturnas apuestan por una bonita manera de sorprender a los árabes. En todo caso, siempre será mejor volver y volver.
Formé parte accidental de una demostración contra Pinochet, y al preguntar a un periodista chileno por lo que se cocía allí dentro me contestó, con barítona antipatía, que estaban decidiendo la suerte del General. Quise conocer los alrededores, sentí miedo y me fui a casa.
He perdido la primera convicción que me trajo hasta aquí. La aventura está cambiando mi físico, mucho más feo y mucho más fuerte, pisé el único excremento callejero de Gran Bretaña frente a la última casa de Freud, sólo dije tonterías en un puesto de libros (no salía de la palabra epigrama) y me está gustando el run-run que en otro tiempo me atormentó, mi conciencia crecía una barbaridad.
Recurrentemente, sí, no entiendo cómo pude vivir tantos años sin ti.
sábado, 25 de julio de 2009
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