jueves, 1 de octubre de 2009

AMBOTH TRABAJOBS

I. El despliegue de las fuerzas de seguridad italianas era espectacular, a Roma la amenazaron con ser la siguiente. Hablar de Termini… caos, ejercicio individual de corresponsabilidad capitalina. Y la mentira de los chinos japoneses. Y al caer el sol, esa mezcla de Ingrid Bergman y Sofia Loren en el relevo de pasaje, música de violines o de viola, il Duomo a lo lejos, situación ignominiosa. Me quedaría a vivir aquí contigo ahora mismo. En Ferrara o en Florencia. Y juré haberte visto más blanca en un off-licence de Londres, asomando detrás de las magdalenas gigantes.
II. La serie Hotel Fawlty, John Cleese y su camarero español bajito y con bigote poblado. Ante cualquier pequeña o gran contrariedad, éste siempre dice “¡¡¿¿Qué??!!”. Buscábamos habitación mi hermano y yo en Londres, desde una cabina de Brondesbury (creo) llamábamos a un casero con el que habíamos quedado. Mi hermano ponía en práctica todo su sevillano inglés, pero los nervios y la educación general básica, y quizás las traiciones de esos piratas, le llevaron a un “¡¡¿¿Qué??!!” capaz de tirarle las gafas al suelo. Ese recuerdo junto con otro más reciente de una visita mía a Barcelona, en la que interrumpió con una maternocroqueta en boca cierta duda sobre la planificación de tareas para el recién llegado, ay, conforman el pedestal de un próximo homenaje en vida.