miércoles, 21 de octubre de 2009

PAST VARIATIONSHIPS

Estoy pensativo, reflexiono sobre tu paso (hiperespacial para mí) por Sevilla: tu interés por conocerme, mi fascinación al conocerte, tu entrada en mi vida a través del sentido del humor, la intimidad compartida, la pasión, mis reservas adquiridas con los años y tu confianza gratuita en mí. Espero no haberte decepcionado demasiado con mi actuación del sábado (tengo la suerte de no recordar mucho). Pero precisamente me gustas porque no eres rencorosa, aunque me dieses una tortita en la muela más dolorosa de Europa, y sabes quedarte con los mejores momentos y las miradas más expresivas. Resumiendo, la visita a la Casa Pilatos, la sesión intensiva de memoria española (como en La Naranja Mecánica, o quizás en este caso El Naranjo Mecánico), el susto que me diste en el sofá cuando te levantaste por la mañana, la posterior celebración sexual, desayunos semiquemados, tapas estelares y conato de masaje espontáneo, mucha cerveza, la lamparita auxiliar y burguesa flambeando tu camiseta roja y comunista. La despedida. Sí, me gustó mucho la despedida, te sentí muy cerca. Adiós al oído, al hipotálamo, con la voz grave del hipopótamo en el que me estoy encarnando por culpa de esta muela que no para de crecer mal.
(Casi Navidad del 2006)