viernes, 13 de noviembre de 2009

TRAVELLING Y ALFALFA

Son los caballos los que comen más Alfalfa que nosotros, de mejor digestión, con el mismo sabor a resignación. Parece querer prometer el verano una especie de repesca para mí. Incansable, sigo teniendo altibajos en lo más navegable del Valle del Guadalquivir. Hay caras especiales por ahí, entre los meses de mayo y septiembre, alergia e insectos a la sombra del pino mediterráneo, una sonrisa a ciento quince kilómetros o a diez metros entre la gente. Mi tarjeta de presentación es la repetición, lo cíclico, el amor. Cuando escribí lo del fracaso juvenil guardaba con engaño la facilidad de las contemplaciones artísticas: confianza en una insolente mejoría. Pero ahora ya puedo ver el abismo. Travelling de la calle Pérez Galdós para un público de Sifnos. La única mañana que me senté en el pretil de una terraza.