lunes, 28 de diciembre de 2009

EL FORO CONTEMPORÁNEO

Los fuegos artificiales desde Alexandra Palace representan el horizonte estilístico que todo jovenzuelo latino de las décadas comunicativas ha ambicionado sobre la alfombra de su tele, invernal por regocijo y única en cuestión de series británicas, y donde se supo rodeado de los olores de los colores electrónicos antes de los desmanes intelectuales. No oye, sólo imagina, bajo las explosiones de juventudes impropias, una buena muestra de excesos subalternos con la bebida, tiernas libertades con las amigas que adoptan desde hace semanas esa costumbre de la purpurina en las mejillas, toneladas de desechos a los pies del porche de la National Gallery y un montón de The Big Issue que aislará de una humedad antracita funesta a cualquier punkie riojano que huye de su ignorancia y más de su inocencia.