lunes, 21 de febrero de 2011

BARCELONA

El acceso del mediodía por las hendiduras de enfoscados inhumanos, las caídas de las luces montañeras cuando nos hacen acabar con todas las subordinaciones, nos hacen pensar con fantasía en la mañana próxima y nos conducen a una juerga hacia adelante, caídas de las luces montañeras en creciente soledad. Las vulgares erosiones de los proyectos peregrinos confiscando ilusiones sin declarar, fabricando lugares de emociones sin recordar cuando los saludos no parecen de verdad, vulgares erosiones de los proyectos peregrinos. El acceso del mediodía y la trascendencia del mar, hilo de añil frío polar y una noción de lo soñado durante el remedo vital, emboscadas de prolíficos suicidas, una amable Estrella Damm.