viernes, 12 de septiembre de 2014

BÚSQUEDA ORGÁNICA

Soñar he soñado varias veces contigo, desde luego, desde 2002, luego también. (Aún no estoy despejado del todo, creo, he tropezado con lo que queda del verano y he perdido en la ducha la noción del tiempo). Soñar como he soñado esta noche contigo no me había ocurrido nunca. Nunca habían sido tan sólidas mis palabras, tan bien esgrimidos tus objetivos ni tan sorprendentes tus aficiones, qué definido el edificio donde nos encontramos en medio del desarrollo, un Corte Inglés setentón, con tintorería embutida en un suspiro sobre plano, y nunca antes cumplir años había sentado mejor a ninguna de tus yoes vectorizadas. Sé bien qué significa que estuvieses metida en una compañía de teatro más o menos amateur, preparando una fábula de final abierto, y te mostrases tan simpática abrazando un edredón de atrezzo resquebrajado, reluciente entre tus brazos, acompañada de un creador-tramoyista-gigante también amateur (grado aplicado a esas tres facetas). Pero no había distorsión en mi gesto, no había destrucción en tu instinto y no te decepcionaba con mis apreciaciones responsive. Nos habíamos encontrado mitológicamente y no sabíamos que estábamos en un sueño, nos examinamos de físico cuando nos despedimos de manera fácil y divergente en las escaleras mecánicas, y nos hicimos una atractiva señal que encontró futuro en un espejo que no era parte del sueño. Nunca antes había recordado todo como si me lo hubieses acabado de confesar.