domingo, 11 de enero de 2015

HAZ DE LUZ

Persiguió el crimen de la banalidad con pulso sereno y la emocionada ayuda de sus locuaces. Grandes quedadas por sorpresa sirvieron para imponer un cardán de progreso nostálgico en Sevilla. Con una cierta tendencia del cine francés repicando en todas sus operaciones, y sacrificando las ganas de hablar de amor con sus nuevas pupilas, fue que traficó de paisano con información privilegiada sobre la nada. Vértigos y más lágrimas de pensador cariñoso, escribir y escribir borradores y callar y envejecer por muchos años.