sábado, 28 de febrero de 2015

CIENCIA ENTRE TÚ Y YO

Con las gafas de llegar a un hotel de 3 estrellas, ducharse y ver la tele portuguesa, pude oler cómo la luz antigua iluminaba tu lado más rojo de amarillos y silencios palpitantes, o en otras palabras, es emocionante que todos aparezcamos muy ingenuos en nuestros propios recuerdos y que en los champús de cortesía residan los méritos de una estrella cuando menos. Como falso es un verso libre declamado e improductiva una cursiva de deseo, me desprestigiaba proyectar un vídeo de tu indiferencia para mi canción preferida del lustro, y consideraba seriamente, mientras te hacías no se qué en el pelo, la catarsis de adelantar el daño previsto si seguíamos jugando así a las películas. La nueva amenaza en el nudo de los cuentos va a ser, pensé, gritar que viene el relativismo feroz. Y tras ver a tu abuela de regreso a Salamanca ya no te comí jamás.