viernes, 12 de agosto de 2016

DIARIO DE UN EJECUTADO

Antes no me gustabas tanto (no me gustabas qué ha pasado cuánto hay de déficit). Qué viejo seré cuando me contestes. Compruebo que no hay rastro de ti en toda Sevilla, nadie sabe nada de ti en Internet, ni las estrellas fugaces son tan íntimas. Si no tuviese grabada tu expresión fruncida tendría que pensar que no exististe realmente: y no pasará nada (25 años de paz). Menos aún, si no me hubieras dedicado ese gesto cuando me hice el graciosillo, seguiría sin verte en el retórico altiplano. Todo enemigo me negará tu frío, tu tolerancia al calor, tu independencia. Qué nueva eres bajo este ventilador a máxima potencia. No hacemos buena pareja, lo sé, un ventilador de techo me rebana la tapa de los sesos.