sábado, 10 de diciembre de 2016

MÚSICA PARA MIS ODIOS

Mientras, la familia contemplaba ya aburrida mi desaparición, y me hacían de comer, los amigos me preguntaban por el trabajo y hablaban entre ellos de horizontes profesionales; me incluían en sus eventos, donde yo comía y bebía sin dejar de combatir en el universo paralelo. Contestaba con monosílabos caricatos levantando los párpados sin enfocar nada posible. Mujeres extrañas despertarán a mi lado y no sabré cómo gestionar que no. Dentro de mi cabeza con forma de melón solía ser fiel a la suspirada del momento, y en períodos de entreguerras pasaba los días enfriando mi molde y acordándome de escenas repujadas que ya no me pertenecían. La vida no era la energía, la vida era el plan B, lo que me movía de un sitio a otro nunca pasó realmente de la leyenda y de la música.