Así sí, sin voz, cantándote un miserere de cuatro horas con sinceras miradas terminales entre
esta gente que te cuida tanto. Así se enfosca mi trabajado monumento al agneau égorgé desdibujado de aquel patio
de época, ahora bien acabado en este sobreático napoleónico. Era verano y un día
yo te encantaba, pero otro día te ponía de los nervios, era la falta de transparencia. Importar el botellón
inopinado a los Jardines de Luxemburgo y creer que el tiempo te devuelve a una
juventud para expertos: es el exceso de supervivencia.
viernes, 16 de mayo de 2014
martes, 6 de mayo de 2014
ESTACA DE BARES
La
historia de alguien que defiende su cultura hasta la ruptura matrimonial. Una
aventura por las convicciones del masculino sentido de la autodestrucción y
otros géneros de poesía. La música en sonido supermono, como le bromease un día
en su parque privado la protagonista del segundo capítulo. La historia de la
música según personas con sus sentidos cóncavos. Una investigación sobre el don
de la ubicuidad y sobre la existencia amplificada. Ésta es la historia del
límite de un mar adelantado, frío, tempestad. Y fidelidad un último día. El
regreso del claroscuro hipnótico, la corrupción de la memoria, vuelve la mueca heroica.
Pasan las horas en el rumoroso rompehoras.
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