viernes, 25 de julio de 2025

INFLUENZA VIRUSES (HOMENAJE ESTRÁBICO)

La portada del disco de Ride Going Blank Again era la primera cara de mi hermano un sábado cualquiera del noventa y pico. Desde temprano y bien tarde, las caras expresaban vapor de error y redención, los corazones bombeaban explosiones de intemperie e ilusión con cada canción que descubríamos en nuestro cuarto compartido y las obligaciones se postraban al hedonismo añil y curvilíneo de esos años en Sevilla. 

Es verdad que las temporadas del ostracismo luminoso dotaron de fluido verbo y decisión a la vida en la calle, y de un distinguido cometido nostálgico a la vida en otras casas (ostras, cuánta luz en aquellas divagaciones canturreadas, cabeceadas, golpeadas en el pecho). Ahora bien (o antes mal), la timidez y esas historias, nunca habladas, de muchachas suspiradas, se enquistaron en nosotros a la manera de ingratas muescas en el carácter. Muecas de cabreo si lo prefieres. Textos a máquina gripados si lo recuerdas.

Algo así como un cuarto de siglo viviendo cada uno por su lado y sentir, en mi caso, casi a cada paso, el peso de un escrutinio, de un aplauso, un juicio y una vergüenza, una constante influencia. Rémora y rememoranza prospectiva. Censura y exhibición relevándose en bares de copas y mesas distantes, elegantes dualidades a la hora de defender el arte. Por qué no, el margen de error aceptable para creer en el entrelazamiento cuántico. Cuánta energía bajo la arena.

martes, 8 de julio de 2025

INFINITO IMPERIO DE LA CERRAZÓN

Son los años que precedieron a tu pírrica graduación (son los que metabolizaron la más alta graduación) los que acuden últimamente a tu atmósfera interior. Percutes en esas borrosas escenas como un torpe fantasma en ducha sabatina contra el asma, y repercuten en la nueva y vieja cara de tus mañanas insólitos recitales musitados en recintos musicales de todo estilo y ansiedad. Resumes aquello de lo que presumes con epigramas, con mucho alcohol, con la incapaz voz de la juventud más anhelante. Flirteabas, invadías espacios de confort, inventabas malas artes contra la tristeza de regresos prematuros. Se oculta una canción con la firme pereza de un doble fondo o de un falso techo. Esto retuerce tu pasado, todo un poco barroco con algo de antimateria. La imaginativa memoria, la palpitante desmemoria, paso atrás y llave al foso contra la represalia del tiempo.