Me expreso por esta vía. Me repito en vida. Me defino torpe por naturaleza y pálido por aprendizaje, gitano de cuna e hidalgo por adopción, flácido pero ácido, puro disidente, pura muerte para la gente. (A la vez que noble sacrificado pero aferrado a un hilo inmortal). Me presento desde el pasado, foto en movimiento de un doble salto vital desde la conocida plataforma en ruinas, doblez en la recua de citas canceladas, eterna palabra inventada desde la veintena más romántica. Cien flexiones antes de las duchas, veinte kilómetros antes de la desdicha, veinte años olvidados cada día. Treinta años recordados en un sorbo de agua (así era el agua de otras vidas).
Media vuelta y pisas una estrella, perseveras y, a cien metros ya, atrás ya para siempre, una ola ya sin trueno borra la firma de un almisticio. Esa ácida ironía de un intestino, un destino. There's no verbo, no acciones, no edificaciones. Sólo cabe predicar con el sujeto. Sólo queda una brisa que es una paradoja, un viaje en el tiempo de las oportunidades a cubierto, mediocres decisiones y una vulgar melodía, y un ridículo final con falsete y evangelio: Only yo.