viernes, 19 de septiembre de 2025

EL ARTE EN CRISIS. ENTREACTO

Me expreso por esta vía. Me repito en vida. Me defino torpe por naturaleza y pálido por aprendizaje, gitano de cuna e hidalgo por adopción, flácido pero ácido, puro disidente, pura muerte para la gente. (A la vez que noble sacrificado pero aferrado a un hilo inmortal). Me presento desde el pasado, foto en movimiento de un doble salto vital desde la conocida plataforma en ruinas, doblez en la recua de citas canceladas, eterna palabra inventada desde la veintena más romántica. Cien flexiones antes de las duchas, veinte kilómetros antes de la desdicha, veinte años olvidados cada día. Treinta años recordados en un sorbo de agua (así era el agua de otras vidas). 

Media vuelta y pisas una estrella, perseveras y, a cien metros ya, atrás ya para siempre, una ola ya sin trueno borra la firma de un almisticio. Esa ácida ironía de un intestino, un destino. There's no verbo, no acciones, no edificaciones. Sólo cabe predicar con el sujeto. Sólo queda una brisa que es una paradoja, un viaje en el tiempo de las oportunidades a cubierto, mediocres decisiones y una vulgar melodía, y un ridículo final con falsete y evangelio: Only yo

viernes, 8 de agosto de 2025

SUFRIDO TEXTO NO CENSURADO

Papá, nos une mamá. La relación con esa persona te hacía escapar, realizarte en soledad pescando o cogiendo espárragos, reencontrarte con tu versión más nativa y sufrida. Yo contra ti. Y al contrario, la pérdida de esa persona me hizo parecerme cada vez más a ti. Yo sin mamá. Un solar eclipsado por imitación donde abandonarse al carácter primigenio y al silencio de mi ahogado genio. El centro de interpretación de mi vida fue demolido y nada fue construido en su lugar. Y al igual que tú, ansío paz y realización en la medida de lo posible, ahora, a pesar de tu legado pero gracias al atenuante de tus pasos medidos. Y digo más: a pesar de estar ya trazado el camino, esquilmado el terreno y calculadas todas aquellas zancadas hasta la saciedad más opresiva. Yo sin público. Esta música suena a pragmatismo con ira, a libertad con miedo, libertad. Solo me queda el futuro descendiente (por una mágica descendencia del destino). Pero (y quizás por azar) debo darte las gracias por luchar en el frente, allanar mi autoanálisis, desarmar la incertidumbre, descabezar mi locura. Un campo abierto a pocas conjeturas, todo tiene explicación entre piedras, insectos y espinas.

viernes, 25 de julio de 2025

INFLUENZA VIRUSES (HOMENAJE ESTRÁBICO)

La portada del disco de Ride Going Blank Again era la primera cara de mi hermano un sábado cualquiera del noventa y pico. Desde temprano y bien tarde, las caras expresaban vapor de error y redención, los corazones bombeaban explosiones de intemperie e ilusión con cada canción que descubríamos en nuestro cuarto compartido y las obligaciones se postraban al hedonismo añil y curvilíneo de esos años en Sevilla. 

Es verdad que las temporadas del ostracismo luminoso dotaron de fluido verbo y decisión a la vida en la calle, y de un distinguido cometido nostálgico a la vida en otras casas (ostras, cuánta luz en aquellas divagaciones canturreadas, cabeceadas, golpeadas en el pecho). Ahora bien (o antes mal), la timidez y esas historias, nunca habladas, de muchachas suspiradas, se enquistaron en nosotros a la manera de ingratas muescas en el carácter. Muecas de cabreo si lo prefieres. Textos a máquina gripados si lo recuerdas.

Algo así como un cuarto de siglo viviendo cada uno por su lado y sentir, en mi caso, casi a cada paso, el peso de un escrutinio, de un aplauso, un juicio y una vergüenza, una constante influencia. Rémora y rememoranza prospectiva. Censura y exhibición relevándose en bares de copas y mesas distantes, elegantes dualidades a la hora de defender el arte. Por qué no, el margen de error aceptable para creer en el entrelazamiento cuántico. Cuánta energía bajo la arena.

martes, 8 de julio de 2025

INFINITO IMPERIO DE LA CERRAZÓN

Son los años que precedieron a tu pírrica graduación (son los que metabolizaron la más alta graduación) los que acuden últimamente a tu atmósfera interior. Percutes en esas borrosas escenas como un torpe fantasma en ducha sabatina contra el asma, y repercuten en la nueva y vieja cara de tus mañanas insólitos recitales musitados en recintos musicales de todo estilo y ansiedad. Resumes aquello de lo que presumes con epigramas, con mucho alcohol, con la incapaz voz de la juventud más anhelante. Flirteabas, invadías espacios de confort, inventabas malas artes contra la tristeza de regresos prematuros. Se oculta una canción con la firme pereza de un doble fondo o de un falso techo. Esto retuerce tu pasado, todo un poco barroco con algo de antimateria. La imaginativa memoria, la palpitante desmemoria, paso atrás y llave al foso contra la represalia del tiempo.

jueves, 26 de junio de 2025

MONUMENTO NATURAL A LA INSIGNIFICANCIA

Esto va de andar orillado bajando desde Harrow Road hacia un Sainsbury's exento inaugurado a mi llegada, mirando de reojo una de esas cilíndricas estructuras metálicas, británicas, que guardaban en otro tiempo el gas de hulla. Huyendo de planes a largo plazo, buscando la paz a todo gas, riendo con la especulativa estampa de un pensador de Rodin esmirriado, liderando premonitoriamente una manifestación telepática y violenta al pensamiento de "¡Viva el fuero interno, fuera lo vivaracho! 

Al margen de ideales capicúas, esto va de caminar presintiendo que la aridez era la certidumbre, creer que en un ancestral recodo, en una brisa fraseológica y en una elocuente fabulación personal habría un sentido para seguir adelante, para entrar a comprar atún, pan de molde, salchichas, leche semidesnatada y alubias Economy y volver al cauce que llevaba a tu habitación, siempre a una habitación, morir diariamente en un anónimo espacio donde repasar el mundo y encerrarse libre. Cencerros aparte, firmar por siempre una paz justa y duradera.

Así pues, mientras el aislamiento avanza, hoy, de modo más cansado y convencido que nunca, ese vagar rutinario en un Londres de otro siglo, esa otra vida revisitada con fascinación, está ocurriendo aquí y ahora en estas palabras: sigue transcurriendo allí desde entonces. Amaina el viento en algún instante de aquellos días y reescribes una inflexión de la historia con nuevos alcances, resabiadas aspiraciones, perspectivas aún más místicas y silenciosas. Si el tiempo triplica su sentido como mantiene ahora un tal Gunther Kletetschka, he aquí una forma casera y tristemente limitada de intuir dicha teoría. Llámalo anacoreta, llámalo sociópata, llámalo profeta en su despacho. Aquí yace alguien superviviente en el tiempo de la conciencia.

miércoles, 22 de enero de 2025

LA JUVENTUD EN UN ALAMBRE

Cierras los ojos y sientes Drifting, A Song for Europe, las campanas de un Corpus Christi desde un cuerpo endemoniado, aquella tal Mariola diciendo que no, que sí pero que no, y tus ojos cansados anunciando ya entonces una vida más bien breve o ante todo inútil. Despiertas con la música soleada de Doves en días libres llenos de soledad y reconoces aquellas frustraciones callejeras que solo Barcelona sabía retratar con fría precisión y una amplísima gama de grises. Despiertas otra vez con la música que Underworld entregó fuera de plazo a un repatriado que ve en la tele las Olimpiadas de Londres. Nadie se salva de las sucesivas muertes en vida, nadie se reinventaba como yo, clamor propio contra el hum eternecedor, nunca fue acallado el temor a la vida después de la muerte.