sábado, 13 de junio de 2009

THEN / THE CHARLATANS / ENTONCES

En pocos días pasaron por mi escritorio más planos de ciudades europeas que en toda tu vida por tu mente, y no es un reproche. Planos de verano, planes para el verano. (Dublín demasiado ocre) yo necesitaba algo más azulado, más crepuscular a tu lado, un frescor más esperado, entonces lo eléctrico se adelanta a lo oscuro, vapor de colonias de baño, vapor de luz en el horizonte. Y en ninguno de esos destinos de Europa encontraba la impaciente capitulación del día, el aire de excepcionalidad al final de la tarde. Echar de menos una época de recepciones en casa dejando que las canciones perfumasen el terrizo jardín antes de lo previsto. En el destierro soy el anfitrión de mis recuerdos, un invitado de excepción en tu memoria, y abortados tantos planes para el verano a lo largo de mi vida que... Los altavoces, aun en vacaciones, escandalizaban a la manzana. Los pinos amortiguaban los agudos, pero la brisa se extralimitaba a llevar la fiesta mucho más allá. Entonces... Cuando la obsesión por crecer a partir de mi infancia, por seguir cumpliendo años durante los ochenta (y todas las casas me parecerán más pequeñas y más cercanas a la playa, también más pequeña), cuando vivir cien años en veinte años fue la traducción de la nostalgia en sentido amplio, llegué a contemplar una bella panorámica del fracaso. Así que volveré a recorrer el circuito una y otra vez: y a emocionarme con mi fracaso juvenil, revivido incansablemente. Sevilla, 1997.