miércoles, 24 de marzo de 2010

UNA HORA DE REGALO

Ayer conocí una chica a la que le dije varias veces “me gusta mucho tu cara”. La conocí sentada, le hablé del Eslava, de las dos marcas históricas de Antonio (el octubre de las salidas continuas y Levis 501), de mi hermano. La bondad existe sin medios conceptos. Mi hermano es el hombre más culto de Andalucía. La camarera del Berlín es mi apuesta personal.
Luego se puso de pie, y me di cuenta de que estaba un poco gordita. Y también comprobé su necesidad de miradas o palabras, en esta ciudad que ella no había descubierto todavía. Entonces me ofrecí. La veré, acercaré mi frente a la suya y aplaudiremos a Marcial.

domingo, 14 de marzo de 2010

EL GOLPE DE CALOR DE 2005 (refrito)

Durante el Golpe de Calor de 2005 yo dije exactamente así:
Recuperé mi vida, la que intuían a media distancia cuando veintidós años (al contrario, veinticuatro por lo menos) me alumbraban. Me rompía y recomponía, viajaba, velaba, amé. Nadé fuerte con pelo de cartón, la arena hundida, si el viento amainaba ya no sería correspon... sal de mis pasiones! Ella no reaccionaba según sus gustos, el salitre es bueno. El Mats Wilander de los bares restaura la palabra fuerteventura.
Me he reintegrado antes de lo prometido, y admito mi pasado partisano capilar, pero me gustan ahora casi tanto como las pequeñas alergias de la vida, los coches que derrapan con música justo en la curva donde vivo, he marcado un horizonte premeditado allá por seis años atrás, y pequeños horizontes en la precolombina planicie en la que descansa un administrativo sin calvicie. Final de copa (una más, por favor), éxtasis bético y fraterno, y atrevido respecto a una lugareña prohibida más allá del Tibidabo... derrapando!
Luego resultó que aquel partido no se jugó en Barcelona sino en Madrid, y mi hermano no pudo asistir. Ganamos.

domingo, 7 de marzo de 2010

HUELVA

La lluvia encuentra castigados ojos de poetas aficionados que tienen sus escritorios alineados con las ventanas más aburridas, los estilos amplían así desde la mañana su naturaleza ultradoméstica hacia Gibraleón, hacia un horizonte tan negro como metafísico, los acentos de la comarca serán unificados en la dicción ultraneutra de los mejores actores de doblaje, y las orografías de la ría y de los cabezos, y de las islas de cieno y petróleo y de los muelles con nuestras grúas crepusculares, conmueven con una intensidad más primitiva que las tierras sacralizadas por el imaginario mundial. La inspiración, la desatención que provoca un paisaje ultraísta, la música repetida en los últimos días de sus destinos, un cielo de azufre, un infierno húmedo.