viernes, 31 de diciembre de 2021

DON LONDON

La tristeza goza de una memoria encharcada de recreaciones y derivadas rumiadas con hollín de back office. Roza la vileza saber que nunca recorriste Holland Park hacia la salida norte y dedicarle ya dos entradas esenciales a esa avenida y su tráfico. Tardes insultantemente jóvenes y trascendentales. Lluvia que hubiera sido capaz de detener la fuerza de la posteridad dando paso a voces feroces persiguiendo a un mal poeta español. Falsa lluvia, muertes precipitadas y húmedos aromas de latitud no correspondida.

lunes, 11 de octubre de 2021

NADA MÁS GRANDE

Están en el mismo plano. Lo que pasó hace un mes y lo que pasó hace cuarenta años. Vívida reconstrucción sin ordenar, sin techar, sin microcosmos que haga soñar como antes. "Yo no había pedido venir a este mundo" que ha perdido su núcleo. Una débil frase de despedida resuena en un recuerdo imposible. Hemos desayunado en muchos de estos bares, hemos comprado pasteles y manteles en muchas mañanas como esta, ropa de primavera, artículos del hogar perdido... Las ilusiones de distintas épocas brillan por su ausencia. No había nada más grande, ya la nada es más grande. Escribir y borrar, evitar palabras en vida, esparcirlas en la nube. Más adelante describir a mamá e imitar una voz de cariño dulce y salado a una nieta que no la puede recordar. 

domingo, 21 de marzo de 2021

EL ARTE A LO LEJOS

Empezar una especie de poema como una especie de ensayo era, en términos familiares, una suerte de limitación romántica. A todas luces incapaz de enaltecer la vida, y mucho menos de embellecer la muerte, el autor de estas piezas perseveró en la misma cadencia compasible durante años y años. Ni carros de combate desembarcando en una playa resultaban más pesados. La imagen del pequeño texto terminaba siempre en lo más alto de una duna, sopla el mar justo antes de poder divisar paisaje alguno, animal salvaje o ciudad ocupada. Muy a lo lejos se intuye, no se ve, una victoria poética. 

miércoles, 10 de febrero de 2021

RETO Y ESPERANZA

Recuperando la retórica nocturna de chocar contra las paredes de un dormitorio hasta encontrar una puerta y un pasillo y un váter. La imagen de unos escritores devastados con batas rafia y muebles intocables que se conocen de oídas en una Barcelona en llamas, que hacen un café tras otro agravando voces agraviadas y abrazados con los ojos cerrados a palabras que oyeron mil veces en casa. La misma imagen inspirando en la misma ciudad a grupos pop que rescatan los sencillos deseos de amar de la juventud, la normal y universal, la que no persigue nada concreto porque corre en paralelo a la eternidad. Lomos de libros en todas las direcciones, antigüedades de valor junto a la mise en place de un examen que nada significó, palabras sobre cocina e historia contemporánea, sobre gestiones administrativas y obras de arte, sobre trabajo y el día de Reyes. ¿Eso nos hace concluir que el orden constitucional es amor? Sí, concluyó.