sábado, 27 de agosto de 2016

VERBORREA EN LA DEHESA

Curioso que cuando estuve satisfecho escribía una mierda (por poco o por mierda) y cuando la irrealización vino a retumbar detrás del mentón, los graves sostenidos me expresaron más y mejor (maratón dopado). Porque no se llora si no hay sintaxis onomatopéyica (una buena lectura asistólica), no se llora de verdad al amparo de significados exactos tampoco, no hay en ese estatus márgenes de una autovía donde nazcan basuras y sobrevivan las flores, no se percibía entonces cómo podían morir las flores. ¿Adónde quiero ir a parar? Ni idea. ¿Cómo estoy con todo esto? "Parque Güell" es mi respuesta. Yo soy un disparate para ella. La conmoción y las superficies superdeslizantes, y fascinantes formas naturales recreadas, constituían su perfumado ajuar.