miércoles, 10 de junio de 2015

UNAS PALABRAS CEDIDAS PARA LAS BODAS DEL MUNDO

Éramos muy jóvenes, creo que ese año descubrí a Pavese. Muy diferentes, creo que al año siguiente me volví flamenco. Y ceremoniosos, creo que te hubiese cortejado hasta el juicio final de nuestra absolución. Esplendor de la autodestrucción... yo diría que nos quisimos. En las últimas horas nos pudimos hacer más preguntas que nunca. ¿Éramos almas gemelas? ¿La memoria era fiel o cruel? Éramos tus ojos, tu boca, tu mundo interior, tu desmelenada elegancia... y mi instinto de resurrección.