miércoles, 10 de agosto de 2016

TU ACANTILADO DESDE UN ANTIGUO MAR

No puedo comunicarme contigo y te digo que te quiero. Ningún canal quiere configurar puentes con la mujer rubia de verdad que prometes ser, pero le digo que te quiero a un canal medio seco en la retaguardia de un polígono industrial. Como no puedo hablar de esto con nadie, no paro de comprar ropa desenfadada y mirarme en los probadores con tus ojos exploradores, atribuyéndoles defensas mermadas y brillos de miel fiel. Una alarma de incendios y un café con la mirada clavada en tu cornisa arcillosa y la tarde se ha retirado. Mañana será otra vida y gracias por delatarme sin hacer nada.

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