Podría compartir historias de las chicas que me depreciaron como rial que lleva el viento pérsico. Sus últimas palabras antes de los últimos noes.
Pero no. Esos mensajes de madrugada no conjugaban con mi veteranía, no aportaban nada que contraponer al vacío, nada al silencio, y marchitaron muchos jazmines cortados al imitar inflexiones tajantes.
Y no hay nada más que decir, esa es la savia de un momento límite que se vierte depurado por este verano. Y no hay que hablar nunca más de la corrosiva identificación.
Somos diferentes a lo que desaloja nuestro cuerpo, somos carne por sublimar. No hay mayor verdad en la tarde punzante que los poemas inaudibles al levante.
lunes, 10 de julio de 2017
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2 comentarios:
este blog deberia recibir mas visitas, me gusto mucho, el mio es financiero claro esta : https://finconsejo.es/ gracias por compartir y exitosssssssssssssss
Muchas gracias, éxitos también en sus consultorías financieras :)
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