sábado, 24 de diciembre de 2016

INSISTENCIALISMO

No siendo capaz de ofrecer una personalidad ajuar, repudiado por tener firmes convicciones autocompasivas, me voy alejando de la evolución. Arrancando salicornias al llegar al fondo por si salgo de ésta y preparo una ensalada a una muchacha extrema. Un murciélago me despierta con respeto, está flipando con mi coma de todas las semanas. No es que escuche un piano en el Café de Flore y luego sueñe, es que bufar y mover un dedo es lo que me aferra a la vida. Y despierto agotado una madrugada más, no siendo ajeno a la crisis del cine que hubo en mí y al incansable presentimiento que bebe agua, apaga la luz y mira el móvil por si acaso.

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